Al mismo tiempo, en un lugar o en otro,
triunfa y muere la vida en este mundo.
El llanto de los funerales se mezcla
con el llanto del recién nacido.
Nunca la noche oscura sucede al día,
ni la luz de la aurora a la noche,
sin que el dolor primero de los que nacen
se mezcle con el último lamento de los que mueren.