En Jauja no hay limosneros,
que todos son caballeros.
Los árboles dan levitas,
pantalones y botitas.
Los lunes lleven jamones,
perdices y salchichones.
El perro, el ratón y el gato
comen en un mismo plato.
Como no hay que trabajar
sólo piensan en bailar.
Las calles de azúcar son
y las casas de turrón.
A manos de los chiquillos
se acercan los pajarillos.
Cuando nieva son buñuelos,
bizcochos y caramelos.
Tiene coches muy bonitos
tirados por corderitos.
Esto y mucho más encierra
esta rica y linda tierra.