Se hundirá esta colonia, de aventureros presa,
Donde más el dinero que las virtudes pesa,
Donde por un empleo trueca un hombre su honor; Donde su voto vende un torpe magistrado, Y la honra de una virgen se compra en un estrado, Y es casa de comercio el templo del Señor...
Se hundirá esta colonia, de crímenes al peso,
Cual ebrio a quien derriba de vinos el exceso,
Y a los padres los hijos furiosos lanzarán;
Y tras la tiranía vendrá el libertinaje:
El déspota es el mismo, si con diverso traje:
Hijos de tales padres, por las sendas impuras
De avaricia y torpeza caminarán a obscuras,
Y en fiestas crapulosas los hallará la luz:
Y habrá tras vino sangre en lucha de exterminio:
Torpes en sus placeres, torpes en su dominio,
A robo y muerte expuestos los buenos ciudadanos,
¡Devorándose ansiosos, padres, hijos, germanos!
Cada año un gobernante, cada mes un motín.
Ingratos, y traidores, y vanos y salvajes,
A la virtud humilde agobiarán a ultrajes,
Hasta que Dios colérico los anonade al fin.
|