GUZMAN1

domingo, 19 de diciembre de 2021

"¡AVE ENVIDIA!", de DELMIRA AGUSTINI.




¡Áspid punzante de la envidia, Ave!
Tú fustigas la calma que congela,
El rayo brota en la violencia, el ave
En paz se esponja y acosada vuela.

Si hay en Luzbel emanación divina
En ti hay vislumbre de infernal nobleza,
Rampante, alada, la ambición fascina-
Y si tu instinto al lodazal se inclina
¡Reptil tú eres y tu ley es ésa!

Mírame mucho que mi mente inflamas
Con la luz fiera de tus ojos crueles…
¡Ah si vieras cuál lucen tus escamas
En el tronco vivaz de mis laureles!

Gozaste el día que abismé mis galas,
Cóndor herido renegando el vuelo;
¡Hoy concluye tu triunfo, hay en las alas
Fatalidad que las impulsa al cielo!

Si de mis cantos al gran haz sonoro
Tu cinta anudas de azabache fiero,
Sabio te sé: de mi auroral tesoro
¡Lo que dejes caer yo no lo quiero!

Esa cinta sombría es la Victoria…
Cuando describes tu ondulado rostro
Por todos los sendero de la gloria
Muerdes sombras de ala, luces de astro.

Forja en la noche de tu vida impía
Cruces soñadas de mi blanca musa,
¡Si ha de vivir hasta cegar un día
Tus siniestras pupilas de Medusa!

No huyas, no, te quiero, así, a mi lado
Hasta la muerte, y más allá: ¿te asombra?
Seguido la experiencia me ha enseñado
Que la sombra da luz y la luz sombra…

Y estrecha y muerde en el furor ingente;
Flor de una aciaga Flora es esclarecida,
¡Quiero mostrarme al porvenir de frente,
Con el blasón supremo de tu diente
En los pétalos todos de mi vida!


El catalán es una lengua romance hablada por unos diez millones de personas, incluyendo hablantes no nativos, en Cataluña, las Islas Baleares, Andorra, la Franja de Aragón, el Rosellón y la ciudad sarda de Alguer, así como en la Comunidad Valenciana y la comarca murciana de El Carche, donde recibe el nombre de valenciano. Tiene unos diez millones de hablantes, de los cuales alrededor de la mitad son nativos.También es hablado en pequeñas comunidades de todo el mundo (entre las cuales destaca la de Argentina, con 200.000 hablantes).

Lengua minorizada es un término de sociolingüística que hace referencia a un idioma que ha sufrido marginación, persecución o incluso prohibición en algún momento de su historia.

Se diferencia del más ampliamente utilizado "lengua minoritaria", que hace referencia al idioma utilizado por un pequeño número de hablantes, caso en el que no se encuentra el catalán.

Las lenguas minorizadas pueden haber sufrido prohibición legal para evitar su uso público, como por ejemplo ha ocurrido hasta épocas recientes en España, durante el proceso de centralización llevado a cabo desde inicios del siglo XVIII, desde cuando se restringía la utilización en el ámbito público (administración y enseñanza) de otras lenguas que no fueran el castellano.

El catalán sufrió un recorte en su utilización y sin embargo no siempre una lengua minorizada es minoritaria en un territorio. Los miembros de la comunidad minorizada tienden a presentarse como parte de la comunidad dominante, y así son percibidos por el resto del mundo.

Desde la normalización lingüística de los años 80 los hablantes de la que fue lengua minorizada tienen en su repertorio la lengua propia, mientras que el idioma español en Cataluña se encuentra en declive debido a un proceso de sustitución lingüística.

Desde aquellos años el catalán es respetado en Cataluña mientras que la lengua española no puede usarse en determinados ámbitos, como el educativo, frente a las normas de uso expansivas características de las lenguas dominantes.

Como consecuencia de la situación anterior, la comunidad lingüística minorizada se convierte en un subconjunto de la dominante. Encontrándose los miembros de la comunidad catalanoparlante en una relación de poder respecto a los de cualquier otra comunidad lingüística, esta lengua es un elemento fundamental de integración o exclusión social y, por el contrario, la comunidad de la lengua española es minorizada como "extranjeros en su propia casa". Esta lengua se utiliza en ámbitos cada vez más restringidos y dejan de ser un vehículo de comunicación en determinados ámbitos, como la TV.

En Cataluña se da el caso de que las dos cadenas televisivas estatales practican la "desconexión" para favorecer las emisiones territoriales, mientras la emisora oficial catalana no cede ni un palmo al castellano en sus cadenas.

Este proceso de minorización lingüística no es natural ni tampoco es inevitable, sino que es un resultado de políticas de asimilación y uniformización conscientes y dirigidas. Toda regulación social del uso lingüístico que imponen una cultura uniformadora ha sido determinante en esta minorización.

La mayor parte de estados determinan en sus constituciones o en leyes relevantes la lengua oficial. En Europa, a través del Consejo de Europa varios Estados han firmado un tratado internacional denominado Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales que establece medidas de protección para las lenguas minoritarias. Sin embargo, son los propios estados los que determinan si se adhieren a él y el grado en que desean protegerlas.

En 1737 escribía el valenciano Gregorio Mayans y Siscar en su libro Orígenes de la lengua española lo siguiente: «Por "lengua española" entiendo aquella lengua que solemos hablar todos los españoles cuando queremos ser entendidos perfectamente unos de otros».

Sin embargo, el lingüista venezolano Andrés Bello titulaba su principal obra Gramática de la lengua castellana, y explicaba en las nociones preliminares (3b):6​ «Se llama lengua "castellana" (y con menos propiedad "española'") la que se habla en Castilla y que con las armas y las leyes de los castellanos pasó a América, y es hoy el idioma común de los Estados hispanoamericanos».

En España hay personas que usan el término «español» al referirse a la lengua en contraposición a lenguas extranjeras, y «castellano» con relación a otras lenguas que también son españolas. Este es el uso que recomienda Manuel Seco en su Diccionario de dudas y dificultades del castellano. Así, en las comunidades autónomas con lengua propia diferente del español, la práctica usual ha sido tradicionalmente llamarlo «castellano», como hace la Constitución española de 1978, en su artículo tercero, utiliza la denominación «castellano» para la lengua, diferenciándola de las otras «lenguas españolas»:

El castellano es la lengua española oficial del Estado. (…) Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas...(es decir, que el resto de lenguas habladas en España, como el euskera, el catalán o el gallego, también son españolas).

La cuestión no es que el español lo hablen millones de personas, sino que donde es amenazado es dentro de la misma España.


El consejero de Educación de la Generalitat, Josep González Cambray, ha visitado este jueves el centro de Educación Infantil y Primaria de Canet de Mar coincidiendo con el primer día de aplicación de la sentencia que obliga a ofrecer el 25% de las horas lectivas en castellano. Una decisión judicial que González-Cambray ha tachado de «anomalía», y justifica el hostigamiento por lo que considera como "ataque intolerable" a la inmersión lingüística. Y así, el consejero de Educación se permite remitir una carta a los directores de los colegios catalanes advirtiéndoles que la Generalitat desobedecerá y protegerá a los rebeldes.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado a la Conselleria de Educación de la Generalitat y a la dirección de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar (Barcelona) proteger y «adoptar las medidas necesarias para preservar la protección e intimidad» de la familia que denunció el proyecto lingüístico del centro.

El centro imparte ese 25%, que se traduce en seis horas semanales en castellano. En concreto, las dedicadas a psicomotricidad y plástica. «Estas sentencias no se ajustan a la realidad de centros» ha lamentado Cambray «y esto es más flagrante en una clase de cinco años, que no tienen clases de catalán y castellano».

El consejero ha dado pleno apoyo a la dirección del centro y algunos padres de familias, además de representantes del Ayuntamiento, y ha asegurado que es «mentira» que haya un conflicto lingüístico en el centro.

El independentismo desprecia al diferente. Un docente separatista llamaba a lanzar piedras contra la casa del niño castellanohablante cuya familia había pedido ser escolarizado en castellano, y un agente de los Mossos ha pedido ‘aislarlo’ en la escuela.

Se trata de Albert Donaire, el líder de los Mossos separatistas, quien a través de sus redes sociales ha vuelto a demostrar su inquina hacía toda persona que no defienda las tesis independentistas, publicando no sólo el nombre y los apellidos del padre del niño de Canet de Mar, sino también su profesión -abogado- instando a no contratarle.

"Este niño debe encontrarse absolutamente solo en clase. Las horas que se realizan en castellano, los demás niños deberían salir de la clase. Reaccionamos o nos matan la lengua", afirmaba Donaire en su cuenta de Twitter.

Han abandonado a un niño de cinco años, al que los Herodes del separatismo catalán han atado a la picota del odio lapidándolo en las Redes Sociales y exigiendo su expulsión del colegio y de Cataluña. En los últimos días se ha desatado una campaña de acoso contra la familia del menor, que ha pedido protección al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ante el señalamiento público.

Ha sido entonces cuando la jauría de intolerantes se ha volcado en evidenciar su intransigencia insultando a los padres y al niño, animándoles a abandonar Cataluña, publicando su dirección física y animando a hacer escraches al pequeño para que no pueda ir al colegio. Padres del centro, por su parte, han creado una web para recoger apoyos contra la sentencia. Han recibido ya 5.000 firmas.

El Supremo considera que, para garantizar adecuadamente el derecho de los niños a ser educados en su lengua madre, y habida cuenta del bilingüismo existente en Cataluña, todos los niños tienen derecho a que al menos el 25% de su educación sea en su lengua materna.

Obviamente lo que resuelve es que los castellanoparlantes -que son cerca de la mitad- tienen derecho a recibir al menos el 25% de la educación en español. Y esto tan básico es considerado como un "ataque intolerable" para los intolerantes que llevan años imponiendo la inmersión lingüística y violando el derecho humano a ser educado en la lengua madre.

De momento, 13 familias más se han sumado a reclamar el cumplimiento de la sentencia del Supremo. Y es necesario que el delito de odio producido con el pequeño y su familia sea perseguido con todas las garantías pero con toda la contundencia. Nos estamos jugando la convivencia pacífica, que los intolerantes quebraron hace demasiado tiempo.

¿De verdad que el catalán es tan débil que necesita acosar a un pequeño de 5 años para demostrar su supuesta fortaleza?. Ni siquiera el nuevo Defensor del Pueblo, Angel Gabilondo, ha querido mojarse en el asunto. Dice que todavía no conocemos todo el cuadro para poder opinar. Los que vivimos en Cataluña conocemos el cuadro mejor que él.