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sábado, 30 de mayo de 2020

"La fiera de más fiereza, no es el tigre, es la tigresa."



La capacidad de las mujeres como líderes y agentes de cambio, y su derecho a participar por igual en la gobernabilidad democrática queda limitado si tienen menor probabilidad que los hombres de contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces.

Algunas mujeres han conseguido superar estos obstáculos, y han aportado mejoras a la sociedad en su conjunto. No obstante, hay que seguir trabajando para lograr la igualdad de oportunidades y  garantizar un acceso equitativo de las mujeres a las esferas políticas, como votantes, candidatas, representantes electas y funcionarias públicas.

Una de las que ha llegado alto es Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, marquesa de Casa Fuerte, periodista, historiadora y diputada del Partido Popular. Es directora del Área Internacional de la FAES y portavoz en el Congreso de los Diputados del Grupo Parlamentario Popular.

Su antítesis es Adriana Lastra, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en sustitución de Margarita Robles. Aunque cursó estudios de Antropología Social, no acabó la carrera. Es un ejemplo de quienes siempre han vivido de la política.

Tras ser elegido Pedro Sánchez como secretario general del partido en las primarias, se celebró un nuevo congreso del PSOE en el que Lastra fue nombrada vicesecretaria general y mano derecha de Sánchez. Ha sido nombrada para la Comisión de Reconstrucción creada para la recuperación económica tras la llegada del coronavirus, ya que lo de repartir dinero lo conoce bien.


Teresa Rodríguez se licenció en Filología Árabe en las universidades de Sevilla y Cádiz, donde impulsó asambleas estudiantiles. Tras aprobar las oposiciones de enseñanza secundaria en Lengua Castellana,​ fue profesora de bachillerato.​ Es delegada sindical de la Unión de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza de Andalucía y formó parte de la Marea Verde en defensa de la educación pública.

Fue militante de Izquierda Unida y con 18 años, su nombre figuró en las listas de a las elecciones al Parlamento de Andalucía de 2000. En 2008 abandonó IU, junto con el resto de militantes de Espacio Alternativo.

Tras abandonar IU, Espacio Alternativo se transformó en Izquierda Anticapitalista, organización en la que Teresa Rodríguez ha militado desde entonces.

Tras la creación de Podemos a principios de 2014, con vistas a concurrir en las elecciones europeas de ese año, Teresa Rodríguez fue elegida como número dos de la candidatura en primarias abiertas; resultó elegida diputada del Parlamento Europeo junto con otros cuatro candidatos de esta formación. Al año siguiente fue elegida candidata de Podemos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, renunciando a su escaño en el Parlamento Europeo.

En 2016 Teresa Rodríguez fue reelegida para ocupar la Secretaría General de Podemos Andalucía y en las elecciones de diciembre de 2018 encabezó la coalición Adelante Andalucía que obtuvo diecisiete escaños en el Parlamento andaluz.


En febrero de 2020, a través de un vídeo conjunto con Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez anunció su salida de Podemos por diferencias estratégicasA falta de que una nueva ejecutiva regional ocupe el vacío de Podemos Andalucía, el voto de esta formación dentro de la confluencia sigue en manos del equipo de Rodríguez.

A medida que Rodríguez avanzaba hacia posiciones más andalucistas, la dirección federal de IU sellaba una coalición con Podemos, que terminaría formando parte de un Gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez. Esta alianza fue enérgicamente rechazada por la todavía líder de Podemos Andalucía, hasta el punto de decidir su salida del partido morado y su renuncia a repetir como candidata a la coordinación general.

En las próximas elecciones generales, Adelante aspirará a presentarse con una papeleta propia para tener grupo en el Congreso, y eso pondrá a Unidas Podemos y a IU ante una difícil tesitura: o se integran bajo el proyecto de Teresa Rodríguez o pugnan contra ella por los votos a la izquierda del PSOE. 

Cualquiera de los dos escenarios fractura el voto andaluz en favor del PP, Ciudadanos y Vox. Pero los dirigentes de Unidas Podemos no comparten su poder con esta líder regional, que Pablo Iglesias y Alberto Garzón no quieren que les haga sombra.

Irene Montero, señora de Iglesias y ministra de Igualdad, es militante de Podemos y miembro de su Consejo Ciudadano Estatal desde 2014. Ingresó en la Universidad Autónoma de Madrid, donde se licenció en Psicología, tras lo cual cursó y obtuvo un máster en psicología de la educación.

Para alcanzar porcentajes paritarios entre los hombres y las mujeres que ocupan escaños parlamentarios, los responsables de formular políticas públicas deben dar la máxima prioridad a las medidas de igualdad de género.

No es igualdad lo que buscan las feministas radicales, que quieren ahora la ventaja entre las que antes sufrían desventaja.  La web oficial del chiringuito de Montero dice que "Desde un profundo respeto a los Derechos Humanos, marco ineludible de todas nuestras acciones, nos definimos como un Ministerio Feminista que ha asumido el compromiso de trasladar las legítimas e históricas demandas del movimiento feminista a políticas públicas".

"Los órganos directivos de este Ministerio son la Secretaría de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, la Subsecretaría, la Dirección General de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico-Racial, la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, la Delegación del Gobierno Contra la Violencia de Género y el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades", proclama el equipo de Irene Montero, que acapara todos estos diversos asuntos sociales. De momento, han hecho poco, para fortuna de todos los que no queremos ser discriminados "a la mode".