Sordo rugido, cual rumor lejano
Del bravo mar que la ribera azota,
Se escucha resonar; su causa ignota
Pretende el hombre descubrir en vano.
Y crece más y más, y al soberano
Impulso que las aguas alborota,
La madre tierra se abre, y de ella brota
En negras espirales humo insano.
Clamor inmenso que traduce el ruego,
El llanto, y el pavor, y la agonía
De un pueblo todo, hasta el Señor se eleva.
Un rayo brilla de esperanza, y luego
Renuévase el temblor, con saña impía