El Partido Popular puede decir que "ha ganado" porque ha obtenido más eurodiputados que los demás, pero ha perdido innumerables votantes debido al desengaño de los conservadores.
El inmovilismo es lo que tiene, que no estimula a una población que espera y desespera porque necesita un cambio mucho más rápido y eficaz que la política de pasividad de los dos grandes partidos.
Y tanto el PP como el PSOE han sufrido las consecuencias de ese pacto infame por el que, ninguneando a sus respectivos votantes, ambos propugnaban una gran coalición popular-socialista para perpetuarse en el poder.
El tiro por la culata del bipartidismo ha hecho crecer a aquellos que tenían ofertas más nítidas desde el punto de vista de los votantes: el izquierdismo de siempre de IU y el rompedor de Podemos, la gran sorpresa de estas elecciones.
Y los partidos emergentes, que decían que cabían todos en un taxi, van a necesitar por lo menos un autobús. Enhorabuena.
Lo siento por VOX, que ha estado a punto pero demasiado tarde. Su proyecto ha sido interceptado por el aparato del Estado de forma tan eficaz que su mensaje no ha calado en el refractario votante conservador. VOX tendrá que esperar a otros comicios para conseguir tan arduo objetivo.
UNION, PROGRESO Y DEMOCRACIA abre un nuevo camino en el que tiene mejores opciones si no les pasa lo mismo. Porque, estando en medio de los dos grandes, no van a dejarle pasar ni una.
Ciudadanos han completado sus expectativas y se muestran por tanto satisfechos, pero no pueden olvidar que han recibido muchos votos de fuera de Cataluña y la ocasión no se repetirá en próximos comicios a menos que se den prisa en organizarse como movimiento a nivel nacional, o en buscar aliados con los que coaligarse.
No pueden ignorar, en la euforia, el éxito de Esquerra Republicana, primero, y el del nacionalismo que llaman moderado pero que está empecinado en cambiar o derrocar el esquema territorial español.
En todo caso, los elegidos deben recordar que además de vencer, tienen que convencer con políticas activas que den resultados tangibles, así que ya pueden arremangarse y trabajar que para eso van a cobrar buenos sueldos.
Sé fuerte, Cañete, le habrá dicho Rajoy. Aunque puede que no llegue a ser comisario Europeo debido a la lamentable campaña electoral, por lo menos estará lejos de Arriola. El principal artífice de este nuevo panorama.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.