Te despiertas de muy mal humor
luego rezas mental oración
a San Dinero.
Desayunas café con rencor
y te vas por las calles de Dios.
Tu Dios es banquero.
Sonríe:
El Diablo te ama.
Y sonríes de ser superior,
tienes dientes como un tiburón,
labios de acero.
Libre está el horizonte de hoy,
no hay un árbol ni cielo ni sol
y no hay pordioseros.
Sonríe:
Tener más, tener más, tener más,
canta a máxima velocidad
tu pensamiento
mientras vas afilando el puñal
y pensando a quién puedes clavar
a tanto por ciento.
Sonríe:
El Diablo te ama.
Pisas cráneos de hombre y mujer,
ascendiendo mejor en inglés
solo y triunfante.
En la cima sonríes de pie
pero el diablo no está, ¿dónde fue?
No hay quien te aguante.
Ni el Diablo
de mal talante.