GUZMAN1

jueves, 28 de febrero de 2019

"No te cases con tu voto; mira lo que dice el otro."


"Spin Doctor" es una palabra que define a personas u organizaciones dedicadas a la propaganda, utilizada para persuadir a la opinión pública en favor o en contra de una cierta opción y su contraria.

En España teníamos como ejemplo al difunto García-Trevijano y su movimiento a favor de una República fundamentada en la libertad constituyente. Desde su muerte, sus seguidores se han dividido y no han sido capaces de emular aquellas enérgicas peroratas del desaparecido jurista y político, con su originalidad que no perdió con la demencia senil.

En sus conferencias y programas de radio por internet, García-Trevijano entresacaba noticias de prensa y frases de políticos destacados en las que apoyaba su posición sobre los asuntos. En vez de dar malas noticias, anunciaba el futuro de la "libertad política colectiva" dejando de lado la decepcionante realidad que traslucía de los medios de información. Negando sin negar aquello que era cierto, convencía de sus ideas no probadas como si se tratase de verdades absolutas.

Solía citar sus propios libros para convencer de que ya había predicho un determinado hecho o noticia, y de ese modo aprovechaba para vender su colección de publicaciones a quienes le escuchaban.

Era partidario de la abstención, ya que detestaba lo que llamaba la "Monarquía de partidos". A sus seguidores los definía como "abstencionarios" y no "abstencionistas", argumentando que no es una cuestión de opinión, sino de practicar lo que se piensa.

Abstención, en ciencia política, es el acto por el cual un potencial votante en unas elecciones decide no ejercer su derecho al voto, ateniéndose al resultado del voto de los electores que sí votaron, al igual que ocurre con el voto en blanco.

Aunque la abstención no suele considerarse una de las opciones ante la toma colectiva de una decisión, una alta abstención deslegitima la participación ciudadana en las elecciones.

La abstención activa, o abstención política, es uno de los posibles posicionamientos o posturas políticas ante una consulta popular. Consiste en la renuncia a ejercer el derecho al voto como una postura de protesta, y como una acción política, ya sea frente a una elección en particular, el sistema político en general o una situación de falta de garantías democráticas.

El abstencionismo por ideología afecta, sobre todo, al centro político, provocada por la propia falta de interés en la política en general, pero también a la extrema izquierda y extrema derecha, dentro de las cuales existen personas que no consideran legítimo al sistema político.

García-Trevijano era de estos últimos y defendía la abstención como cauce para deslegitimar el actual sistema político. El régimen de 1.978 no merece ningún voto, a su modo de ver.

Sobre el sistema político, Trevijano opinaba que nadie, salvo él, ha entendido el mecanismo inventado por Montesquieu. En su opinión, el poder ejecutivo y el legislativo no sólo deben estar separados, sino enfrentados.  Es entonces cuando hay democracia, entendida como el resultado de la pugna entre los representantes electos, en los países donde hay verdadera representación del ciudadano.

La representación política es el acto de un mandatario que actúa en lugar de sus electores, bajo un sistema que garantice que el representante cumpla con su mandato. En caso contrario el votante podrá revocar ese mandato en las próximas elecciones, lo que no ocurre en una partidocracia como la española donde a los candidatos los designa el partido en listas cerradas.

La representación usualmente se refiere a la Democracia representativa y al parlamentarismo, donde los mandatarios electos  hablan en nombre de sus electores en la legislatura. En España los denominados representantes, parlamentarios o diputados, obran en nombre de su partido y no de los votantes que los eligieron.

Por estas razones, los trevijanistas que aún quedan no votarán hasta que no hayan logrado deslegitimar el régimen del 78 mediante la abstención. Podemos esperar sentados, pero entretanto llegue un cambio, muchos tampoco iremos a regalar el voto para que nos vuelvan a engañar.