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jueves, 18 de abril de 2019

"QUIEN PROMETE, EN DEUDA SE METE"


Ya sé que en el ámbito estatal, los problemas de Cataluña se ven de un punto de vista diferente, pero al partido Ciudadanos se le quiere sobre todo por su actitud opositora a la mayoría del Parlament. Eso ha hecho que prospere en el resto de España, unas veces a la sombra de los populares y otras a la de los socialistas.

Ambos lo ven como un competidor preocupante, pero Ciudadanos está creciendo a su costa y también de Convergencia, los mismos que quisieron impedir que entraran en el grupo liberal del Parlamento Europeo, del que el PDECAT ha sido expulsado despuésLos partidos que representaban al votante catalán moderado y adaptable han pasado de moda.

La nueva formación "Crida Nacional per la República" comulga abiertamente con el populismo, así que actualmente se disputa votantes con las demás fuerzas soberanistas, dejando el campo libre al partido de Albert Rivera para recabar votos entre los demás.

Ciudadanos, como UPyD en su día, nunca se cansan de insistir en la vigencia de la Constitución, por mucho que sus principios y derechos fundamentales casi siempre hayan sido olvidados por el funcionariado y la judicatura. Y más en Cataluña.

Por ejemplo, la Constitución estableció en su artículo 3 el deber de conocer la lengua castellana y el derecho a usarla, pero también otorgó a las demás lenguas españolas carácter oficial en las respectivas Comunidades Autónomas. Como resultado de años de concesiones del Gobierno Central, la enseñanza en Cataluña no incluye el derecho de todo niño y niña de hablar su propio idioma y de recibir una educación que lo respete, tal y como lo contempla a su vez la Convención sobre los Derechos del Niño. Los dirigentes naranjas han prometido tomar cartas en el asunto si gobiernan, en lugar de pactar con la Generalitat como ha hecho siempre el bipartidismo.



C´s ha sido acusado de ser el candidato del IBEX-35 por su espíritu moderado y pactista. Habrá que ver qué proponen, antes de confiar a ciegas. Ciudadanos se define como "centrista", lo que les permite ser unas veces de centroizquierda y otras de centroderecha.

En Andalucía han aprovechado la proximidad de las elecciones para romper el pacto con el PSOE, y se han desmarcado de la fallida propuesta socialista de Presupuestos Generales del Estado.

Los socialistas no han cambiado la actitud que ha marcado su campaña, convencidos de que Andalucía sigue siendo su cortijo. Para ellos, Ciudadanos no es más que un competidor electoral, confiados en tantos años de socialismo andaluz en el poder. El partido naranja busca el pacto con el PP antes que con el PSOE, que está más próximo a Podemos.

Ciudadanos ha sacado rédito electoral del hastío hacia el bipartidismo, y en las andaluzas ha quedado como tercer partido tras PSOE y PP. Pero tanto populares como Ciudadanos temen que el auge de VOX les quite votos en las próximas elecciones.

Ciudadanos finge que VOX no forma parte del gobierno andaluz y pretende hacer equilibrios con populares y socialistas, ejerciendo de partido bisagra hasta las elecciones venideras. El PP busca solamente gobernar Andalucía y dejar que sus socios y rivales anden a la gresca.

Al servicio de sus amos, los medios de comunicación del régimen de 1.978 difunden la idea de que Vox, Ciudadanos y PP son "las tres derechas" que gobiernan Andalucía con mayoría absoluta. Aunque las afinidades de los tres están por demostrar, los de Rivera se van a ver obligados a salir de su ambivalencia. 



Aunque Ciudadanos dice respaldar el liberalismo económico, sus representantes (no nuestros) saben que gastar cuanto más mejor les abrirá el mejor granero de votos, el de los paniaguados y pedigüeños. En esta España de siempre nunca ha valido lo que dijo el escritor Alfred De Vigny, "ciudadano verdaderamente libre es aquel que no depende del gobierno ni le debe nada".

Por eso la socialdemocracia es lo que triunfa entre nosotros y los asesores de Albert Rivera intentan darle su propio aire. Lo que distinguiría a Ciudadanos del bipartidismo no es simplemente discurso. Con una previsión de crecimiento insatisfactoria y las finanzas públicas que heredamos, el único cambio posible pasa por ejecutar reformas eficaces e inmediatas sin que quiebre el sistema, riesgo que asumen temerariamente otras opciones emergentes.

Aunque Ciudadanos se nos presente como inconformista con el actual estado de cosas, los representantes electos viven muy bien sin cambiar nada, y quieren seguir haciéndolo. A socialistas y populares, debido a la corrupción de sus dirigentes, les interesa sobre todo buscarles aforamientos, sin importarles si ejercen los cargos bien o mal.

Esmerándose en captar votantes a diestra y siniestra para distanciarse de las demás ofertas electorales, los nuevos centristas se plantean convencer a los españoles de que hay una alternativa posible al bipartidismo, al populismo y al separatismo.

El autor de las propuestras económicas es Luis Garicano, candidato a las elecciones europeas. Más que nuestro representante en la Unión Europea promete ser el representante de la Europa burocrática y planificada que tanto decide en nuestro nombre. Como quiso hacer Napoleón, ahora Francia y Alemania imponen las reglas delegando en cada país su desarrollo. La posición equidistante de Ciudadanos le permitirá asumir ese papel sin hacer mella en su orgullo.