GUZMAN1

domingo, 28 de junio de 2020

"andrógino" de Amado Nervo.



























Todos los matrimonios, civiles o eclesiásticos, pueden ser anulados si concurren las causas previstas en la ley, como los llamados vicios del consentimiento. Por ejemplo, el "error in personam", o sea, el error en la identidad del otro contrayente o en aquellas cualidades personales determinantes para la prestación del consentimiento; o el uso de la mala fe para obtener el consentimiento.

Esto ocurriría si un eunuco logra casarse con un hombre que creyera que es una mujer, engañado por los mismos certificados que expide actualmente el Registro Civil. Como ahora existe el matrimonio homosexual y los jueces se someten al capricho del que manda, no sabemos si el matrimonio del incauto sería anulado o no.

Un eunuco es un varón humano castrado. La privación de los genitales externos masculinos puede efectuarse de manera parcial o total. La manera parcial es la castración propiamente dicha, es decir la extirpación o la inutilización de los testículos. Otra manera parcial es la extirpación por corte del pene.

La Iglesia, como otras cosas, toleró antiguamente que se castraran niños para cantar en los coros. Pero después no se les vestía de monja sino que se les educaba como correspondía a su condición masculina.

Como no es a nosotros a los que les duele, la opinión que tengamos de ellos excede a nuestra incumbencia. Igual que excede al ejercicio de la patria potestad que los padres autoricen someter a sus hijos a la cirugía "transexual" cuando aún están en la pubertad.

Con las nuevas leyes ideológicas y de género, un menor puede ser castrado si lo prefieren sus padres, y también su psicólogo. Psicología no es una carrera universitaria como la psiquiatría, sino una especie de maestría de tres años que no prepara para curar transtornos mentales sino para dar acompañamiento a quienes los sufren. Eso no les impide practicar el intrusismo profesional, y por eso uno lee en la prensa que las escuelas tendrán un protocolo especial para niños transexuales, a los que se prefiere no tratar de problemas psíquicos cuando también los padres están ilusionados con que los niños puedan ir vestidos de niñas y viceversa, y hacer sus necesidades en el aseo que prefieran.

El mito de la metamorfosis sexual es un slogan de la cirugía moderna, que como ya no se presta a la tradición de los cantores "castrati", busca nueva clientela para sus labores entre padres mutiladores de sus hijos y de su libertad sexual futura.

Al amparo del artículo 149 del Código Penal será castigado, como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de seis a doce años, al que causara a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica.

También será castigado con prisión al que causara a otro una mutilación genital en cualquiera de sus manifestaciones. Si la víctima fuera menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, será aplicable la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de cuatro a 10 años, si el juez lo estima adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección.

Rol de género es una gilipollez defendida por los colectivos LGTBI, que se sostiene sobre la falsedad de que a la niñas no se les permite jugar al fútbol ni a los niños jugar con muñecas o muñecos, para reducirlo a un ejemplo. Nunca estas cosas han estado prohibidas por ley, sino que a veces los progenitores se exceden en sus atribuciones coartando las aficiones de su prole.

Hay que reconocer que cuesta borrar del pensamiento colectivo los estereotipos implantados por el sistema educativo y la costumbre socialmente aceptada. Pero la sociedad moderna también tiene sus estereotipos, como creer que hay mujeres nacidas en el cuerpo equivocado por el Creador, o por la cigüeña.

La culpa es de los estereotipos, pero en fin, los más interesados en perpetuarlos parecen ser los poderosos colectivos de automarginados que confunden con progreso su permanente y desorientada reclamación al cielo.




Por ti, por ti, clamaba cuando surgiste,
infernal arquetipo, del hondo erebo,
con tus neutros encantos, tu faz de efebo,
tus senos pectorales, y a mí viniste.
Sombra y luz, yema y polen a un tiempo fuiste,
despertando en las almas el crimen nuevo,
ya con virilidades de dios mancebo,
ya con mustios halagos de mujer triste.
Yo te amé porque, a trueque de ingenuas gracias,
tenías las supremas aristocracias:
sangre azul, alma huraña, vientre infecundo;
porque sabías mucho y amabas poco,
y eras síntesis rara de un siglo loco
y floración malsana de un viejo mundo.