Tras el desprestigio de Aznar y el nefasto liderazgo de Rajoy, en las elecciones generales de 2019, el Partido Popular perdió en Galicia por primera vez en su historia, tras lo cual las elecciones municipales y al Parlamento Europeo, dieron una arrolladora victoria al Partido Socialista de Galicia.
Esta tendencia podría continuar, pero Partido Socialista, Galicia en Común (coalición de Podemos, Esquerda Unida y Anova), Marea Galeguista (coalición formada por En Marea, Compromiso por Galicia y Partido Galeguista) y Bloque Nacionalista Galego no encuentran ahora la forma de desbancar al presidente Núñez Feijóo.
Los sondeos de opinión dan a los populares gallegos una mayoría que podría ser absoluta, pero tienen siempre su margen de error, que es menor cuanto mayor es el número de personas encuestadas. Como algunas personas pueden negarse a responder el sondeo, la encuesta puede no ser representativa de la población, ya que las opiniones de aquellos que aceptan ser encuestados pueden ser marcadamente distintas a las de aquellos que se niegan.
El CIS y demás entidades encuestadoras justifican sus errores de cálculo en cambios de opinión de última hora, escasa participación de los electores, o el hecho de que los encuestados pueden encontrarse sometidos a una presión social que les empuje a dar una respuesta más acorde con el pensamiento de la mayoría, sin ser esa su verdadera opinión.
Al proporcionar información sobre las intenciones de voto de la población, los sondeos pueden influir en los votantes, que respaldarán al candidato que se pronostica vencedor o a la inversa, para evitar que gane, vota a su rival.
El 20 de noviembre de 2019 el PP, con su mayoría absoluta en el Parlamento gallego, votó a favor de la propuesta del "Grupo Común da Esquerda" que consiste en enseñar educación sexual a niños a partir de los 3 años para que vayan "descubriendo las diferentes identidades sexuales y que estas no están determinadas por los caracteres corporales, sexuales, psicológicos o sociales, sino por la propia vivencia de sentirse niña o niño". Pervertir a los alumnos en la edad de la inocencia no es extraño en el PP, pues en 2014 Nuñez Feijoo permitió la ley LGTB que enseña ese tipo de ideología de género en todo el sistema educativo gallego.
Ya no es noticia que un político o cualquier otra persona se declare gay ni tampoco es tabú, aunque son muchas las personas que no asumen de forma abierta su sexualidad, porque sigue habiendo prejuicios sociales o simplemente gente a la que le disgusta su exhibición.
Lo respetable es la discreción de cada uno sobre sus asuntos privados. Sólo así la homosexualidad puede ser una opción libre, porque nadie puede exigir que tengamos que estar publicitando o justificando nuestras intimidades.
El colectivo homosexual ha sufrido siempre y de forma directa la persecución social, con burlas e incluso sanciones. El partido de Casado, con parte de sus militantes desideologizados, da pasos hacia la protección de derechos o privilegios que reclaman los homosexuales, olvidando el derecho de todos a la igualdad, a la propia imagen y a la intimidad.
Las elecciones al Parlamento de Galicia de 2020 están previstas para el 12 de Julio, el mismo día que se van a celebrar también elecciones al Parlamento Vasco. La crisis sanitaria forzó un acuerdo de los principales partidos para posponer la celebración de los comicios de Abril a ahora.
Las encuentas dan la victoria al PNV, muy por delante de EH Bildu, quedando el tercer lugar entre Podemos y los socialistas.
El Partido Popular propone a Carlos Iturgaiz como candidato a las elecciones vascas, tras conocerse el cese de Alfonso Alonso como candidato del PP y Ciudadanos. El anuncio llegó tras la coalición, de la que Alonso discrepaba porque el acuerdo da demasiado protagonismo a la dirección de Ciudadanos.
A la vista de lo que los apoyos del partido naranja a los socialistas, y las maniobras para hacer caer a Ayuso en Madrid, Alonso no se equivocaba en desconfiar. Si la veleta naranja cambia de tercio, derriba el gobierno andaluz y devuelve todo el poder al PSOE. En cambio, si Vox entra en liza, puede formarse un frente que haga que en ese Parlamento de España se oiga decir lo que tantos años se ha estado callando.
Alfonso Alonso ha explicado también que se siente "patriota vasco y patriota español" y que "No me gusta el nacionalismo porque me gustan las personas y no hay nada por encima de su dignidad y de su libertad individual".
Las encuentas dan la victoria al PNV, muy por delante de EH Bildu, quedando el tercer lugar entre Podemos y los socialistas.
El Partido Popular propone a Carlos Iturgaiz como candidato a las elecciones vascas, tras conocerse el cese de Alfonso Alonso como candidato del PP y Ciudadanos. El anuncio llegó tras la coalición, de la que Alonso discrepaba porque el acuerdo da demasiado protagonismo a la dirección de Ciudadanos.
A la vista de lo que los apoyos del partido naranja a los socialistas, y las maniobras para hacer caer a Ayuso en Madrid, Alonso no se equivocaba en desconfiar. Si la veleta naranja cambia de tercio, derriba el gobierno andaluz y devuelve todo el poder al PSOE. En cambio, si Vox entra en liza, puede formarse un frente que haga que en ese Parlamento de España se oiga decir lo que tantos años se ha estado callando.
Alfonso Alonso ha explicado también que se siente "patriota vasco y patriota español" y que "No me gusta el nacionalismo porque me gustan las personas y no hay nada por encima de su dignidad y de su libertad individual".
Todo lo contrario sucede con Núñez Feijoo, quien afirmaba que Galicia es una “Nación sin Estado” en una reunión del “Círculo de Economía” de Barcelona en 2014, lo que ha repetido en varias ocasiones.
El Estatuto autonómico gallego de 1981 reconoce la “nacionalidad gallega”, a la que tan gustosamente se refiere Alberto Nuñez Feijoo en sus discursos laudatorios de las “nacionalidades” en el artículo 2 del texto constitucional de 1978.
Cuando Fraga llegó a la presidencia gallega en 1990 impuso la escolarización forzosa en gallego y el adoctrinamiento lingüístico al profesorado, excluyendo al español de la esfera pública y educativa. La inmersión lingüística iniciada por Fraga es llevada por Feijoo al punto de que los libros de texto en español escasean, y aumentan las denuncias por expulsar la lengua común española de las aulas.
El descontento de los votantes populares puede convertirse en abstención, que no sería tanta como para impedir la continuidad del presidente Feijoo según los sondeos. El panorama de la izquierda permite al PP representar el mal menor, lo que le ha funcionado bien al no tener rivales a su derecha, pero ahora con Vox la cosa cambia.
Santiago Abascal, presidente de Vox asegura que su formación solo presentará listas provinciales en Galicia, pero no «un candidato a presidir la Junta de Galicia». Justifica esta decisión en las escasas posibilidades que tiene de presidir la Xunta una formación que no cuenta con una estructura en la comunidad, ni un solo concejal ni representante en el Parlamento autonómico.
Abascal critica el perfil nacionalista de Núñez Feijoo, asegurando que si llega a hacer falta Vox en el Parlamento de Galicia, él podrá condiciones «en materia de libertad lingüística, para que la legislación progre que ha hecho Feijoo sea atenuada».
El programa de Vox se centra en fortalecer lo común, proteger a los trabajadores, fomentar la natalidad, defender el mundo rural, garantizar la seguridad, reducir la carga fiscal, y derogar leyes ideológicas.
Este caudillo de pega que es Núñez Feijoo se sostiene con el despilfarro en medios de comunicación subvencionados con dinero público. El presidente gallego, descartada una coalición con Ciudadanos, lo último que querría es depender de Vox, que representa a los conservadores de toda la vida. La esperanza de que se ponga en marcha el proyecto del partido de Abascal podría ser lo único que anime a los abstencionistas a votar.
El Estatuto autonómico gallego de 1981 reconoce la “nacionalidad gallega”, a la que tan gustosamente se refiere Alberto Nuñez Feijoo en sus discursos laudatorios de las “nacionalidades” en el artículo 2 del texto constitucional de 1978.
Cuando Fraga llegó a la presidencia gallega en 1990 impuso la escolarización forzosa en gallego y el adoctrinamiento lingüístico al profesorado, excluyendo al español de la esfera pública y educativa. La inmersión lingüística iniciada por Fraga es llevada por Feijoo al punto de que los libros de texto en español escasean, y aumentan las denuncias por expulsar la lengua común española de las aulas.
El descontento de los votantes populares puede convertirse en abstención, que no sería tanta como para impedir la continuidad del presidente Feijoo según los sondeos. El panorama de la izquierda permite al PP representar el mal menor, lo que le ha funcionado bien al no tener rivales a su derecha, pero ahora con Vox la cosa cambia.
Santiago Abascal, presidente de Vox asegura que su formación solo presentará listas provinciales en Galicia, pero no «un candidato a presidir la Junta de Galicia». Justifica esta decisión en las escasas posibilidades que tiene de presidir la Xunta una formación que no cuenta con una estructura en la comunidad, ni un solo concejal ni representante en el Parlamento autonómico.
Abascal critica el perfil nacionalista de Núñez Feijoo, asegurando que si llega a hacer falta Vox en el Parlamento de Galicia, él podrá condiciones «en materia de libertad lingüística, para que la legislación progre que ha hecho Feijoo sea atenuada».
El programa de Vox se centra en fortalecer lo común, proteger a los trabajadores, fomentar la natalidad, defender el mundo rural, garantizar la seguridad, reducir la carga fiscal, y derogar leyes ideológicas.
Este caudillo de pega que es Núñez Feijoo se sostiene con el despilfarro en medios de comunicación subvencionados con dinero público. El presidente gallego, descartada una coalición con Ciudadanos, lo último que querría es depender de Vox, que representa a los conservadores de toda la vida. La esperanza de que se ponga en marcha el proyecto del partido de Abascal podría ser lo único que anime a los abstencionistas a votar.