El juez del caso Neurona, Juan José Escalonilla, ha reabierto la investigación en torno a los sobresueldos en Podemos y pide nuevos documentos para seguir indagando a la gerente de la formación morada, Esther Val, y el tesorero, Daniel de Frutos.
En concreto el juez remite un oficio al Registro de Partidos Políticos para que informen de los Estatutos de Podemos elevados a escritura pública en fecha 12 de febrero de 2018. También cita a declarar al exgerente del partido Pablo Manuel Fernández Alarcón.
Además le pide a Podemos que aporte el Informe sobre ejecución de presupuesto de 2019, con especial indicación de la partida correspondiente a la implementación de los complementos salariales tanto de la Gerente como del Tesorero como del resto de miembros de dicho partido político, a los que dicha Gerente implementó complementos salariales aportando igualmente la oportuna documentación acreditativa de la presentación de dicho Informe al Consejo Ciudadano Estatal y el acta correspondiente a la aprobación de dicho informe por dicho órgano del partido.
Al recurso presentado por VOX se unieron otras acusaciones como la que ejerce la asociación Prolege, o la exsenadora de Podemos por Tarragona, Celia Canovas, pero contó con la oposición de la Fiscalía, que defendió confirmar el archivo. La formación que lidera Santiago Abascal consideraba que era insuficiente la documentación aportada por Podemos para avalar los complementos salariales del partido morado. Entre esa documentación acreditativa estaba un certificado de la actual vicepresidenta del Gobierno, Ione Belarra.
A mediados de marzo, Escalonilla decretó el sobreseimiento "en relación con el presunto delito de administración desleal imputado a Rocío Esther Val Val en relación con la implementación de los dos complementos salariales y respecto del abono de los gastos por desplazamiento tanto a dicha Gerente como a Daniel de Frutos Ramírez". Se refiere a unos gastos abonados a ambos investigados y que, según el juez, son "gastos aprobados en sus respectivas áreas, por lo que no cabe apreciar indiciariamente irregularidad alguna".
En cuanto a los sobresueldos, se trata del complemento por Coordinación por importe de 210,32 euros, y del complemento por Coordinación Ejecutiva por importe de 400 euros. La denuncia presentada por los exabogados de Podemos Mónica Carmona y José Manuel Calvente indicaba que dichos dos complementos salariales mensuales no constaban en las tablas salariales del partido ni un acuerdo oficial del Consejo de Coordinación autorizando dichas subidas salariales y la aplicación por tanto de dichos complementos que, según decían, se habían atribuido unilateralmente.
"La cuestión a dilucidar por tanto es si dicha investigada tenía facultades para incrementar su sueldo, el del Responsable de Finanzas y Transparencia y el de otros empleados del partido mediante la implementación de dichos dos complementos salariales. En caso de no tener competencias para ello podría haber incurrido en un delito de administración desleal", explicaba el juez, quien concluyó en marzo que entra dentro de las competencias de la gerente atribuir esos complementos una vez analizada la documentación facilitada por Podemos. Entre los beneficiados de estos complementos estaba la abogada Marta Flor Núñez, exletrada del líder de la formación morada Pablo Iglesias y que mantiene la defensa de su exasistente Dina Bousselham en la Audiencia Nacional.
En febrero, el magistrado pidió información al partido sobre los complementos salariales de estos dos cargos y el acta de la reunión en la que se dio el visto bueno. De Frutos y Val declararon ante el juez y tuvieron que dar explicaciones sobre sus complementos salariales. "Consta acreditado que el Consejo de Coordinación de dicho partido político tuvo conocimiento del gasto de personal correspondiente al año 2019 incluidas la totalidad de las retribuciones devengadas por la Gerente Roció Esther Val Val y por el Tesorero Daniel García de Frutos durante dicho ejercicio", zanja.
Vozpópuli tuvo acceso a estas declaraciones en las que el tesorero apeló al plan de cumplimiento normativo de Podemos, según el cual, “la gerencia tiene potestad incluso para realizar una auditoría interna sobre objetivos de las personas que trabajan en Podemos”.
Por su parte, la gerente explicó que “el complemento de coordinación existía y estaban dentro de una escala salarial de referencia que existía en el partido para nuevas contrataciones”. “Tanto Daniel de Frutos como yo tenemos a muchos efectos poder de representación. Eso no lo tiene nadie más en el partido excepto Daniel de Frutos y yo. Por lo tanto, formamos parte del núcleo de representantes del partido. En base a eso implemento ese plus de coordinación y además lo anejo al cargo, es decir, si deja de ser responsable del partido o yo dejo de ser gerente dejo de recibir ese complemento”, detalló. Preguntada acerca de si el tesorero le había pedido ese aumento de sueldo, ella no lo descartó: “Yo soy la gerente, todos me piden complementos, subidas, más fondos”.
El caso Neurona -del que emanan otras líneas de investigación como esta- tiene su origen en la denuncia que presentó ante la Guardia Civil el exabogado de Podemos, José Manuel Calvente. El letrado declaró ante el juez en una larga comparecencia de más de horas citó a Pablo Manuel Fernández, purgados como gerente del partido. En su lugar nombraron a Esther Val, una de las investigadas por el juez. Calvente aseguró ante el juez que el referente de Podemos Juan Carlos Monedero cobró comisiones por el hecho de que que se contratara a Neurona para la campaña electoral de abril de 2019. Según narró, eso se lo dijo a él Pablo Manuel Fernández.
“Yo recordaré toda la vida cuando Pablo Manuel Fernández me dijo: ‘Están metiendo la mano en la caja y eso no lo podemos permitir’”, relató en otro momento de su interrogatorio. Fernández Alarcón es además el marido de Gloria Elizo, actual diputada de Podemos y vicepresidenta tercera del Congreso. Elizo es otra de las exdirigentes próximas a Pablo Iglesias caída en desgracia en los últimos años, que no ha ocultado sus críticas hacia la dirección del partido, por ejemplo, en la manera de gestionar en los tribunales el caso Dina, que afecta de lleno al líder de Podemos.
Pero todo ha dado un vuelco con las revelaciones de Hugo ‘El Pollo’ Carvajal. El exjefe de los Servicios de Contrainteligencia de Venezuela confesó al magistrado de la Audiencia Nacional que el cofundador de Podemos habría recibido 200.000 euros para financiar de manera irregular al partido de Pablo Iglesias.
Hugo ‘El Pollo’ Carvajal Barrios, 61 años, exjefe militar de los servicios secretos venezolanos, diputado del chavismo y general del Ejército, conoció a Hugo Chávez en 1980, en la academia militar de Caracas, donde era su instructor. Desde 2008, está reclamado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos –por colaborar con la narcoguerrilla colombiana de las FARC para «inundar» de cocaína y armas a otros países– acusado de sendos delitos de tráfico de drogas y tráfico de armas. Con su detención el pasado 9 de septiembre en Madrid ha desatado una tormenta de acusaciones en las que prometió facilitar a la Justicia española información sobre las presuntas prácticas ilegales de varios miembros de Podemos en Venezuela. El Pollo ha señalado directamente a Juan Carlos Monedero quien, según su testimonio, recogía «las entregas» de los pagos de la petrolera estatal PDVSA «empaquetadas en billetes de 100 dólares».
«Por el tamaño de los paquetes, hablamos de entre 100.000 y 200.000 dólares en cada retirada», ha declarado ante el titular del Juzgado de Instrucción Central número 6 de Audiencia Nacional. Y fueron varias las ocasiones: «Cada vez que viajaban a Venezuela pasaban por PDVSA a recoger su dinero». Tal era la frecuencia de las operaciones que, en el transcurso de su relato, Carvajal instó al juez a citar a uno de sus informantes, jefe de seguridad dentro de la petrolera, para que corrobore su versión.
Fuentes próximas a El Pollo han apuntado a El Debate cómo relató ante el juez que Monedero se habría beneficiado de la trama diseñada, presuntamente, a través de terceros interpuestos. Estos eran los encargados de emitir los documentos de cobro a la petrolera PDVSA mientras el cofundador de Podemos «simplemente tomaba el dinero». Juan Carlos Monedero viajaba a menudo para retirar las remesas de divisas en efectivo y, según Carvajal, lo hacía de la mano de William Amaro, hombre de confianza y asistente personal de Nicolás Maduro.
La embajada de Venezuela en España también habría servido de «tapadera» para la financiación de Podemos. El Pollo ha explicado, durante su declaración, cómo la sede diplomática venezolana organizó varias exposiciones en nuestro país –auspiciadas por el Banco de Comercio Exterior de Venezuela (Bancoex), cuyo presidente era Ramón Gordils– que habrían servido para que varias empresas, propuestas por Podemos, facturasen diferentes servicios de publicidad que en realidad no prestaban y así obtener comisiones de los sobreprecios.
Las mismas fuentes señalan la insistencia de El Pollo en explicar cómo el sistema de corrupción instrumentalizado a través de la petrolera estatal venezolana –para financiar tanto a entidades empresariales como a grupos violentos– estaría vigente hoy en día. La trama se articulaba a partir de órdenes de compra de bienes y servicios, infladas con sobrecostes, que no correspondían a ninguna prestación de servicios real. Los pagos, según la versión del exmilitar, siempre se hacían en efectivo.
El Pollo Carvajal registró en sede judicial los contratos por valor de 8.835.000 euros entre PDVSA y la mercantil Ilocat, S.L. de la que es administrador único Baltasar Garzón, que justificarían los pagos presuntamente irregulares realizados por la petrolera estatal venezolana al exjuez español.
A la luz del análisis de los datos, el juez tendrá que decidir si las informaciones reveladas por Carvajal tienen la entidad suficiente que justifique la reapertura de alguna de las causas en suspenso en la Audiencia Nacional, como las que hasta 2010 indagaban sobre los vínculos de ETA con las FARC y Venezuela, o la incoación de nuevos procedimientos.
La clave de la confesión de El Pollo está ahora en el contenido del dossier consignado, de su interés depende que García-Castellón paralice o retrase de alguna forma el proceso de extradición de Carvajal a Estados Unidos (ya ordenada por el Tribunal Supremo).
El Pollo conserva la documentación comprometedora, a buen recaudo, entre España y Venezuela, esperando a que se agote la vía del recurso para reactivar la extradición si, finalmente, no se le concede protección internacional.
El propio Monedero aprovechó para jugar el rol de víctima, pero ‘rogando’ que Estados Unidos se lleve al exjefe de los Servicios de Contrainteligencia cuanto antes para detener la lluvia de declaraciones y entrega de documentos que ponen en la cuerda floja tanto a Podemos como a él mismo. El anhelo de la extradición de Monedero es que ‘El Pollo’ Carvajal dedique su tiempo e información a los juzgados de Estados Unidos, lo que resultaría menos peligroso para los fundadores de Podemos de que los datos caigan directamente en la Audiencia Nacional, donde ya existen varias causas abiertas contra el partido de extrema izquierda.
A pesar de que Monedero afirma que no existen pruebas de las declaraciones de ‘El Pollo’ Carvajal, el chavista ya se comprometió ante el juez Manuel García-Castellón a entregar la documentación necesaria, ya que según la calidad de las pruebas presentadas se determinará el futuro del exgeneral bolivariano: seguir en España o tomar el avión de la DEA que le espera en Barajas.
La información letal que tiene de José Luis Rodríguez Zapatero, el Gobierno de España, el régimen de Maduro y el narcotráfico hace que tenga demasiadas mafias detrás de su cabeza”. “El ‘Delcygate’ fue la demostración de que el PSOE-Podemos tiene un sólido compromiso con el régimen de Nicolás Maduro. Un vínculo que aún existe y que compromete a ambas partes”.
La fuente diplomática considera que ‘El Pollo’ Carvajal puede tener el mismo final que el exabogado de PDVSA, Juan Carlos Márquez, quien presuntamente se habría quitado la vida en su despacho de la Consultora Alcander SL justamente antes de declarar ante la Audiencia Nacional.
Es importante recordar que, según publicó ‘El Confidencial’ citando a fuentes militares de Venezuela y a un agente europeo de Inteligencia: “No se suicidó. Lo mataron. Juan Carlos Márquez armaba jurídicamente los guisos en PDVSA [la estatal petrolera de Venezuela] en la época de Rafael Ramírez».
Una polémica muerte que la fuente diplomática teme que se repita con ‘El Pollo’ Carvajal, lo que paralizaría cualquier avance que pueda realizar la Audiencia Nacional con los datos que aporte el chavista. “Por eso, es fundamental que se agilice su extradición a Estados Unidos. No solo son capaces de proteger su vida, sino que podrán sacarle información de gran valor”, sentencia.
Juan Carlos Monedero, director de la fundación de Podemos, ya había vaciado en 578.732 euros las cuentas de la empresa con la que cobró el informe fantasma encargado por el Gobierno de Venezuela sobre implantar una moneda común en Latinoamérica. Es la compañía Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones S.L. que pasa de tener 616.663 euros en activos a tan sólo 37.930 euros un año después. Un movimiento en plena investigación del caso Neurona en el que precisamente se investiga la relación del partido morado y sus dirigentes con entidades latinoamericanas.
Se trata de la sociedad con la que Monedero cobró en 2013 el famoso informe que nunca apareció sobre la unidad monetaria de América del Sur. Los trabajos se desarrollaron supuestamente tres años antes de su facturación en esta empresa sin empleados ni estructura. Las alertas de la Hacienda Pública se activaron y el fundador de Podemos tuvo que hacer una regularización in extremis para evitar una sanción por no declarar esos ingresos por el IRPF. Monedero impidió entonces a la prensa acceder al contenido de los trabajos ni de las facturas por supuestas cláusulas de confidencialidad. “Los informes estratégicos para instituciones no los puede ver nadie”, justificó para agregar: “No hay nadie más transparente que nosotros”.
OKDIARIO ha tenido acceso a las nuevas cuentas anuales de la sociedad Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones S.L. que el también profesor universitario acaba de registrar en instancias oficiales. Corresponden al ejercicio 2020. La cuenta de pérdidas y ganancias está vacía, únicamente presenta 168 euros de pérdidas por «gastos de personal», pero el balance del Activo y del Pasivo arroja una descapitalización muy considerable de la entidad.
Llama la atención que la fuga de 578.732 euros del balance de la empresa no se explica en ninguna de las 22 páginas de la memoria contable. Ninguna motivación de esta circunstancia contable. Monedero apenas rellena los apartados que son imprescindibles para que las cuentas anuales sean validadas por las autoridades españolas. No explica si este vaciado de miles de euros es porque está pagando a deudores o alguna maniobra similar.
El partido morado ya ha tenido que indemnizar a dos trabajadores en Valencia, por un total de 27.000 euros. Son los primeros pagos realizados este año (que deberían sumarse a los desembolsados para la demanda de la exescolta de Irene Montero y el abogado José Manuel Calvente). Pero en los próximos meses los tribunales se llenarán de demandas laborales, con afectados en Andalucía, Madrid y País Vasco, en las que Podemos podría ser condenados a nuevos pagos. Las fuentes consultadas cifran ese gasto en 300.000 euros solo este año.
Un juicio amenaza con hacer saltar por los aires todas las primarias de Podemos de 2020. Solo en Andalucía, 16 extrabajadores de Podemos han demandado a la coalición de Unidas Podemos tras la escisión con Adelante Andalucía. Se trata de miembros del grupo parlamentario que han demandado al partido ahora controlado por Irene Montero, que podría tener que afrontar unos gastos en indemnizaciones de entre 10.000 y 12.000 euros por trabajador, según comentan las fuentes consultadas.
A ellos se suman “dos o tres” trabajadores en el País Vasco. El año pasado dimitió de todos los cargos el ex secretario regional vasco después de unas primarias en las que sorprendentemente ganó la candidata pablista. A partir de ese momento, como a menudo ha ocurrido en otras regiones, se han ejecutados despidos en el partido, cuyos afectados han decidido elevar a los tribunales.
En Valencia, también se celebraron unas primarias con un resultado muy ajustado. Resultó ganadora la oficialista Pilar Lima, y pocos meses después de su triunfo más de cinco trabajadores del partido han sido cesados de manera fulminante. Dos de ellos ya han cobrado su indemnización, y en un caso la afectada habló incluso de “acoso” a la formación morada, y tuvo que recibir atención médica.
Los problemas en Valencia no han acabado con estas dos indemnizaciones, sino que otros trabajadores esperan la sentencia del juez. Piden el reintegro en el puesto de trabajo, o recibir una compensación que puede ser incluso superior a la alcanzada por sus otros compañeros. Más casos se dan en La Rioja, donde el partido sigue sin indemnizar a un exdiputado, Germán Cantabrana, quien ganó un juicio por la exclusión en las primarias y tuvo que lidiar, al igual que Calvente, con una acusación falsa de acoso.
A todos ellos ahora se sumarán los seis informáticos cesados el pasado 2 de agosto. Como desveló Vozpópuli, Podemos les echó argumentando “motivos disciplinarios” y que, después de una auditoría realizada por una empresa que algunos califican de “sospechosa”, se han detectado ataques al sistema interno del partido de la que culpan a esos profesionales.
Los informáticos de Podemos, según lo que ha podido saber este diario, consideran que se trata de una maniobra orquestada desde hace tiempo para culparles de los amaños en las primarias (que denunciaron a través de una carta interna) y para que la cúpula morada pueda entrar en la intranet de la formación. Y están dispuestos a denunciar el partido.
Si todos estos juicios se concluyen con condenas para Podemos (es decir, que se mantiene la tendencia), el partido morado afrontará pagos de unos 300.000 euros por todos esos juicios. Un desembolso que algunos en la formación califican directamente de “dinero tirado a la basura”, porque en lugar de ser invertidos en equipos y políticas, se irán para tapar los agujeros de una conducción partidista y a veces sectaria de la formación.