GUZMAN1

martes, 5 de abril de 2022

"REPITE LA FRAGILIDAD DE LA VIDA", de Francisco de Quevedo.



«qué otra cosa es verdad sino pobreza

en esta vida frágil y liviana?

los dos embustes de la vida humana,

desde la cuna, son honra y riqueza.

El tiempo, que ni vuelve ni tropieza,

en horas fugitivas la devana;

y, en errado anhelar, siempre tirana,

la fortuna fatiga su flaqueza.

Vive muerte callada y divertida

la vida misma; la salud es guerra

de su proprio alimento combatida.

¡Oh, cuánto, inadvertido, el hombre yerra:

que en tierra teme que caerá la vida,

y no ve que, en viviendo, cayó en tierra!




Luis Roldán ha muerto sin que la Justicia recuperase el dinero del botín. Mientras tanto, el exdirector de la Guardia Civil fue condenado por delitos fiscales, falsificación de documentos, estafa, cohecho y malversación a 31 años de cárcel y permaneció quince años entre rejas.

Roldán ocultaba en una cuenta suiza el dinero que fue a parar a las arcar personales de Francisco Paesa. El agente secreto se quedó con el botín sin que Juan Alberto Belloch, el entonces ministro de Justicia e Interior, y la Policía hicieran nada para impedirlo o recuperarlo.

A Roldán no le quedaba ninguna duda de que el dinero lo tiene el espía que colaboró con los Gobiernos de Felipe González en la lucha antiterrorista y en la guerra sucia contra ETA.

Roldán vivía en Zaragoza con una pensión de 600 euros en un piso de protección oficial que era propiedad de su madre y, por tanto, lo único que le quedó tras ser encarcelado en 1995. Los más de doce millones del botín se diluyeron entre los dedos del espía y todos sus bienes fueron incautados, embargados y subastados. Paesa se quedó con todo el dinero, y además cobró del Ministro del Interior Belloch 1,8 millones de euros, 300 de las antiguas pesetas.

Paesa no actuó solo, fue ayudado en todo momento por sus sobrinos, sobre todo, por Beatriz García, un testaferro profesional. Pero un listo de la Policía cursó a Interpol la citación a nombre de un tal Francisco Sánchez Paesa. La Policía española se equivocaba y Paesa no aparecía. Luego, la sala pidió que se le volviera a citar, pero nadie lo encontró durante los cuatro meses que duró la vista oral. La respuesta final fue que todo había sido por un error.

El entonces biministro Juan Alberto Belloch pactó con Paesa su entrega a cambio de dinero y blindaje legal. Roldán decía que: "La Policía y la Guardia Civil lo protegieron. Sigo haciéndome una pregunta: ¿qué les habría costado cazar a Paesa? Pero cómo iban a hacerlo si la Policía había suscrito un pacto con él. El acuerdo del dinero. Y él lo cumple con mi entrega. Si lo traen se lía. Porque, a quién le podía interesar su vuelta. ¿A Belloch? Es como lo del traficante de armas sirio Al Kassar. Era más útil libre como informante que entre rejas. Con Paesa pasaba lo mismo. Estaba siempre metido en líos de armas y en ese mundo se conocían todos. Además, a nadie le interesaba que su vuelta sirviera para remover el pasado. ¡Curioso! Todos los protagonistas de mi caso habían ascendido: Bermejo, González, Ferrer..."

Más de dos décadas después, el expediente judicial de Paesa sigue en España tan limpio como una patena. Presionó a una testigo de los GAL, vendió pistolas Sig-Sauer a ETA –con una de ellas mataron a la fiscal Carmen Tagle–, ocultó el botín de Roldán, lo blanqueó, lo trasvasó a sus cuentas, protegió al director fugado casi un año en París, falsificó los papeles de Laos, se sirvió de pasaportes falsos facilitados por Interior para ocultar su identidad, se hizo el muerto en Bangkok y revivió cuando se enteró que los delitos habían prescrito. 

Mientras algunos como él caían, los grandes empresarios que habían formado parte de la corrupción se libraban. Según Roldán, ninguno de los grandes constructores, todos ellos claves para que se consumara el delito de cohecho, jamás se sentó en el banquillo. "Ha habido muchos casos y condenas por cohecho. Pero para que se pueda dar ese delito tienen que participar dos personas: una que paga y otra que cobra. Si a mí me pagó Huarte o Agromán, por qué nadie de esas empresas se sentó junto a mí en el banquillo. Nadie de las grandes empresas ha sido procesado ni juzgado. Son muchísimos ejemplos y el caso Bárcenas lo ha resucitado. Ninguno de los grandes ha caído. Yo pagué por lo mío, ¿y los demás?".

La respuesta la tiene la Justicia española, la más vendida al Poder de toda la Europa desarrollada. Además de sus delitos monetarios realizó acusaciones de varios altos cargos en delitos referentes al GAL en la guerra sucia del Estado contra ETA. Eso explica muchas cosas.

El ex director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, declaró ante el juez instructor del caso Lasa y Zabala, Javier Gómez de Liaño, que el general Enrique Rodríguez Galindo fue "erradicado" de las conversaciones con dirigentes de ETA porque su actitud afectaba negativamente a las gestiones que realizaba el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera. Estos contactos, cuya fechas no precisó, se produjeron durante al etapa en que Roldán fue máximo responsable de la Guardia Civil, entre 1986 y 1993.

Galindo, que según Roldán era conocido como Beltza (negro), mantuvo contactos con Juan José Etxabe y gente del entorno de ETA, así como con miembros del PSOE, entre los que citó al abogado Fernando Múgica, hermano del ex ministro socialista Enrique Múgica, asesinado por ETA. La declaración de Roldán está incluida en el sumario del caso cuyo secreto ha sido levantado parcialmente por el juez. En el caso Lasa y Zabala se investiga el secuestro, tortura y asesinato en 1983 de los supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.

Galindo, que durante años fue el máximo responsable del cuartel de Intxaurrondo de San Sebastián, declaró un día antes que Roldán. El general afirmó que nunca había tenido nada que ver con los GAL, era ajeno a su formación y jamás había actuado bajo esas siglas, según consta en el sumario.

El general reconoció que había recibido una "sugerencia" para participar en la pacificación del País Vasco con posterioridad a 1983. Galindo no respondió a las preguntas de si negoció con ETA y si conoció personalmente al que entonces era su máximo dirigente, Txomin Iturbe. Galindo admitió también que tuvo entrevistas con miembros de ETA que se desarrollaron "en términos operativos", durante la etapa en la que Luis Roldán fue el director general de la Guardia Civil y que de ellas siempre informó a sus superiores.

El juez Manuel García-Castellón rechazó la recusación contra el juez Javier Gómez de Liaño, por entender que no existe causa legal que la sustente. La recusación se produjo en el caso Oñederra, que investiga el primer asesinato de los GAL. Cuando el juez Baltasar Garzón, instructor de la causa, citó a Argote a declarar en calidad de imputado, éste presentó una doble recusación, contra Garzón y contra el juez que tenia que resolver el incidente de recusación que es Gómez de Liaño. Por ello, tanto Garzón como Gómez de Liaño pasaron el sumario a un tercer juez que fue García Castellón para que resolviese y éste lo devolvió a Gómez de Liaño.

La portavoz adjunta de Vox en el Congreso, Macarena Olona, expresó sus condolencias por la muerte del exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, que fue mando destacado en la lucha contra ETA y condenado por el terrorismo de Estado del GAL, recordando su etapa al frente del cuartel de Intxaurrondo en los 'años de plomo' de la lucha contra ETA.

"Que la tierra te sea leve, mi General. Hoy, más que nunca, Intxaurrondo en nuestro corazón. Descansa en Paz", ha puesto Olona en un mensaje en su perfil oficial de Twitter.

El Tribunal Supremo condenó a Rodríguez Galindo a 75 años de cárcel en 2001 por su relación con el secuestro y asesinato en 1983 de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El exgeneral estuvo al frente del cuartel de Intxaurrondo en los 'años de plomo' de lucha contra ETA.

Rodríguez Galindo cumplió cuatro años y cuatro meses de prisión, ya que fue excarcelado por motivos de salud y trasladado a su domicilio bajo vigilancia policial. Entonces se informó de que sufría una dolencia cardiovascular. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le concedió la libertad condicional en 2013 a propuesta del centro penitenciario de Zuera (Zaragoza).

Craso error, a mi juicio, enaltecer al esbirro de Felipe González y sus GAL, por mucho que ahora veamos a su sucesor de la mano de los etarras y sus simpatizantes independentistas.