El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) es un partido político fundado en 2003 con el nombre de «Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal». Sus objetivos son luchar por los derechos de los animales, el medio ambiente "y la justicia social".
Para ello se defienden medidas para fomentar las adopciones de animales, el endurecimiento de las penas del Código Penal por maltrato animal, la legalización del acceso de los animales a los transportes públicos, y el fin de los espectáculos con animales en circos, festejos taurinos y populares, zoológicos y acuarios.
Otras de las medidas defendidas son la prohibición de la caza y la pesca deportiva, el cierre de las granjas peleteras y de foie-gras y el desarrollo de alternativas a la experimentación con animales. Asimismo, promueve la libertad de elección y el acceso a la alimentación vegana mediante una opción de menú sin alimentos de origen animal en los comedores de los centros públicos y en restaurantes.
Ya manifesté mi opinión en NATURALEZA HUMANA, aunque distingo el animalismo de la ecología, que no tiene por qué ser patrimonio de los extremistas de izquierda. Los animalistas vegetarianos ganan popularidad frente a los verdes, pese a su mayor sectarismo. Sobre todo desde que se sabe que el lobby de la energía verde, apoyado por determinadas élites del movimiento ecologista y socialdemócrata, financia algunas de las principales empresas energéticas de los países occidentales.
Sin recibir ninguna ayuda pública, el PACMA tiene una tendencia al alza en intención de voto y en el número de afiliados. Su actual dirección está constituída por un matrimonio criticado por sectores de la militancia por controlar el partido a su gusto y manera, como ocurre en casi todos los círculos llamados "alternativos".
El movimiento animalista es un movimiento global de activistas que se oponen al uso de animales para investigación, alimento, entretenimiento y vestimenta. Así que, de seguirlos, si un laboratorio quisiera investigar una vacuna o un nuevo medicamento los probarían con indigentes, preferentemente de algún país lejano. Y todos tendríamos que comer exclusivamente las verduras y hortalizas que consigan cultivar sin fertilizantes orgánicos.
Los integrantes del movimiento de liberación animal usualmente boicotean industrias de la carne, lácteos, huevos, piel, lana y seda. La gran mayoría de sus activistas siguen algún tipo de alimentación vegetariana, y no usan ropa hecha con piel animal como zapatos y chaquetas de cuero, ni productos que contengan subproductos animales o ingredientes que hayan sido probados en animales.
Algunas organizaciones, como el PETA captan la atención mediática, comúnmente con protestas llamativas o propaganda. Un número cada vez más elevado de activistas se dedica a la acción directa, lo que puede incluir la liberación o el robo de los animales y daños a las instalaciones. El Frente de Liberación Animal es considerado como una amenaza terrorista por el FBI. Más de mil ataques en un año, solo en el Reino Unido, causaron pérdidas materiales de cerca de 2,6 millones de libras esterlinas, haciendo que algunos expertos declararan que la "defensa animal" ahora encabeza la lista de promotores de violencia en ese país. Los "rescates abiertos", llevados a cabo por activistas que liberan a los animales han tenido como resultado la suelta de especies invasivas como visones o mapaches que dañan el ecosistema local.
En España el movimiento de liberación animal ha estado principalmente dirigido contra las corridas de toros y los encierros. Sin embargo, los asaltos organizados a granjas van siendo progresivamente más frecuentes.
El Código Penal, respecto de “De los delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos”, castiga el dañar especies protegidas de flora silvestre, o especies o subespecies en peligro de extinción. Del mismo modo, “El que introdujera o liberara especies de flora o fauna no autóctona, de modo que perjudique el equilibrio biológico, contraviniendo las leyes o disposiciones de carácter general protectoras de las especies de flora o fauna”, será castigado con la pena de prisión y, en todo caso, inhabilitación temporal para profesión u oficio.
Al amparo del artículo 337, será castigado con la pena de prisión e inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual,
Las penas se agravan cuando se hubieran utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal, hubiera mediado ensañamiento, se hubiera causado al animal la pérdida o la inutilidad de un sentido, órgano o miembro principal, o los hechos se hubieran ejecutado en presencia de un menor de edad.
Si se hubiera causado la muerte del animal se impondrán penas de prisión e inhabilitación temporal para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
El que abandone a un animal en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad, maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente, serán castigados con multa, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.
A pesar de esta atenta legislación, el animalismo radical sostiene que los animales susceptibles de sentir dolor, silvestres o domésticos, tienen parecidos derechos a los de las personas. En consecuencia, toda actividad que implique cualquier daño o muerte para el animal, doméstico o silvestre, debe ser prohibida, entre ellas la caza.
La base social de estos movimientos es mayoritariamente urbanita, por tanto alejada del mundo rural y de sus usos y costumbres. En las redes sociales se acosa en grupo a cualquiera que se haya significado por su afición a la caza hasta el punto de desearle la muerte, incluso a menores, o la violación si es mujer. Se trata de acosar con insultos y amenazas a aquellos que no gozan de su beneplácito aunque los cazadores cumplan la legalidad vigente.
Este movimiento es llamado por algunos fascismo animalista, por sus componentes de los movimiento totalitarios históricos: dogmatismo, propaganda, manipulación de la verdad, odio y violencia verbal contra los que piensan diferente.
En los refugios y protectoras de animales dedican su tiempo al cuidado de mascotas y buscarles una familia de acogida y veterinarios que las atienden desinteresadamente en sus clínicas, nada que ver con los que rezuman odio hasta el punto de desear la muerte de un niño enfermo por querer ser torero.
La Ley que propuso el partido animalista PACMA al Gobierno de Sánchez incluye la prohibición de la caza, pesca, tauromaquia, limitaciones a la ganadería, y la ecológica ministra Ribera ha manifestado públicamente que, a título personal, prohibiría la caza.
Esta actividad proporciona a los cazadores capacidad de alimentarnos autónomamente o ganarse la vida con su habilidad para abatir la pieza de forma rápida y sin sufrimientos añadidos. La muerte de las especies silvestres en la naturaleza es siempre más cruel que la que proporciona el cazador, que se aparta por unas horas del confort de la vida moderna para pasar a hacer el papel de predador que ha ejercido en la tierra como principal actividad hasta el periodo neolítico, como explicó Ortega y Gasset en su ensayo de la caza.
Del lado opuesto, PACMA pretende "devolver a los animales los derechos que han tenido durante años y les hemos ido quitando los humanos. Nuestra lucha principal es la tauromaquia". De hecho, el mismo PACMA empezó llamándose Partido Antitaurino, y su dirigente catalán afirma que si entrasen al Parlament, lo primero que harían sería convencer al resto de las fuerzas políticas para eliminar los correbous.
Su intención es presionar al resto de partidos para que se tomen las medidas necesarias para mejorar los cambios climáticos que estamos viviendo y que han llegado a un punto de no retorno.
Han pasado de 45.000 votos en 2008 a 287.000 en 2016 en España, muchos de descontentos que les ven como partido democrático que quiere que la sociedad pudiera participar democráticamente en todos los ámbitos y todas las decisiones políticas, no solo la independencia sino también la monarquía. En Cataluña son la primera fuerza extraparlamentaria, y el resto de formaciones creen que algún día entrarán, pero no dejan de ser competencia y, por tanto, si pueden robarse votos, lo harán.
Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, ha propuesto retirar todas las ayudas a la tauromaquia y cerrar el Centro de Asuntos Taurinos de Madrid, "un organismo fantasma sin competencias", para que la Comunidad de Madrid cree la primera "Dirección General de Derechos de los Animales", para que no falten chiringuitos.
Aunque Pablo Iglesias se ha llevado a parte de su cúpula directiva del Ministerio de Derechos Sociales, Sergio García Torres, a la sazón Director General de Derechos de los Animales ha quedado en el mismo cargo. Con un sueldo de alto funcionario, no ha completado ningún proyecto y se propone subvencionar con 1000 euros a cada una de las 3.500 entidades registradas como protectoras en España.
Vegano, tiene puesto en su punto de mira los mataderos y reformar las ayudas de la PAC, endurecer las penas y sanciones por maltrato y unifique las normativas de todo el Estado, en un Estado donde muchas de estas competencias están transferidas. El ministerio que ahora dirige Ione Belarra hereda este proyecto de su Director de Derechos de los Animales.
Sobre la arena de una plaza de toros, Rocío Monasterio junto al diestro Morante de la Puebla comparten capote, con Abascal tras la barrera, mientras se fuma un puro. Este es el spot de Vox para los comicios de Madrid. El pasado mes de junio, Monasterio participó en una concentración de apoyo al sector taurino a las puertas de la plaza de toros de Las Ventas.
En la pugna por atraer el voto de los aficionados a los toros, Isabel Díaz Ayuso, cabeza del cartel del Partido Popular, anunció su decisión de levantar la prohibición regional a los festejos taurinos, y avanzó que el próximo 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid además del día en el que se cierra la campaña electoral, se celebrará en Las Ventas una corrida benéfica con un aforo de 6.000 personas.
Toros aparte, entre las propuestas de Vox para Madrid figura un apartado especial dedicado a la reivindicación y defensa del mundo rural: “Proteger radicalmente nuestro campo y la forma de vida rural Reivindicación del estilo de vida, la cultura y las tradiciones del mundo rural. Mejora de la seguridad en las explotaciones y refuerzo de las ayudas ante catástrofes meteorológicas. Protección de nuestro sector primario frente a la competencia desleal de productos extranjeros. Defensa de la caza y su contribución al equilibrio del ecosistema. Promoción de industrias locales y establecimiento de servicios públicos que impidan despoblación y abandono de las pequeñas localidades”.
Está claro que el animalismo está siendo un elemento polarizador del que el PACMA no tiene la exclusiva.