GUZMAN1

jueves, 27 de mayo de 2021

" La soberbia", de El Solitario.


Yo vi una altiva populosa encina
tender sus ramos orgullosa al viento,
presumiendo tocar el firmamento
y avasallar el prado y la colina.

Yo vi el oro del sol con luz divina
la verde copa coronar contento,
y yo la vi en pomposo movimiento
mecer ufana al ave peregrina:

Mas vi también, cual precursor del llanto,
leve vapor crecer a nube airada,
tendiendo por la esfera el negro manto:

La vi rasgarse en llamas inflamada,
lanzar el rayo y miro con espanto
el árbol convertido en polvo, en nada.




El movimiento sin tributar de una gran fortuna entre países del rey Juan Carlos ha sido la última información que ha colocado a la monarquía española ante un futuro incierto. Aunque al rey Felipe no le han demostrado que sea partícipe de los negocios de su padre, seguirá ostentando la Jefatura del Estado mientras tenga el apoyo de los dos grandes partidos.

El modelo de la Transición está agotado, y con él también una forma de reinar y una forma de proceder por parte de la Corona que en otro tiempo fue considerada útil y que validaron todos los entonces presidentes del Gobierno.

Por otra parte, y por lo relativo al lugar de residencia del Rey emérito, da pábulo a muchas habladurías de dinero y forma de vida, pero Felipe VI tiene que pronunciarse ya que el silencio no es bueno para nadie. La monarquía está en peligro. Un referéndum es un riesgo para la institución que nos ha dejado su historia.

Pero la dinastía que representa la Corona de España es una herencia de primogénitos que han unido títulos nobiliarios mediante matrimonios y alianzas. El poder provoca un sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato despectivo hacia los que tenemos la desgracia de ser sus súbditos. Se suele decir que el Rey reina pero no gobierna, pero ¿qué implica reinar?

El Rey goza de mayor poder que cualquier funcionario público y es el Jefe del Ejército. En todas las administraciones públicas su influencia mueve nombramientos y decisiones, por las cuales nada le impide solicitar dádivas, presentes o cualquier otra remuneración, o promesa.

El tráfico de influencias castiga a la autoridad que influyere en otro funcionario público o autoridad prevaliéndose del ejercicio de las facultades de su cargo para conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero.

Así las cosas, el Rey hace el trabajo que la Ley no le permite ejercer a ningún otro. En cuanto a las retribuciones que recibe, su volumen justificaría que la Familia Real renunciara a la asignación que le regala también el Estado.

El cohecho es un delito de la autoridad que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase para realizar un acto propio de su cargo, o que no realice o retrase el que debiera practicar.

El artículo 426 del Código Penal exime de pena por el delito de cohecho al particular que, habiendo accedido ocasionalmente a la solicitud de dádiva u otra retribución realizada por autoridad o funcionario público, denunciare el hecho a la autoridad que tenga el deber de proceder a su averiguación antes de la apertura del procedimiento, siempre que no hayan transcurrido más de dos meses desde la fecha de los hechos.

El caso es que al inviolable no se le puede denunciar porque lo dice la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que cada cierto tiempo cambia ,como cambian los tiempos.

Los partidos Más País, Equo y Compromís pretenden acotar los actos que el rey ejecuta como Jefe del Estado y diferenciarlos de los que lleva a cabo como "persona privada" y, por ello, "no inviolable".

En una rueda de prensa en Madrid en 2020, Errejón, Baldoví y Sabanés manifestaron que el objetivo de la norma que proponen es "facilitar la transparencia y la rendición de cuentas" y agregaron que, a su juicio, debería ser punto de consenso para cualquier demócrata, con independencia de que se sea monárquico o republicano.

Baldoví subrayó que es necesario dejar claro que si el rey "actúa como comisionista, no lo hace como jefe del Estado y no puede acogerse a la inviolabilidad", según recoge Europa Press.

Por un lado, define la "inviolabilidad y ausencia de responsabilidad" de este modo: "El privilegio, aparejado a una persona, por el cual no está sujeta a ningún tipo de responsabilidad por los actos que lleva a cabo en el ejercicio de su cargo", o sea "exclusivamente a los actos que necesiten de refrendo", que afectarán solo a las personas "designadas por la Constitución y las leyes para refrendarlos". Esta inviolabilidad se mantendría, de aprobarse el borrador, incluso después de una abdicación.

Luego, fija la responsabilidad del rey –hoy, Felipe VI– con estas palabras: "La persona titular de la Corona será responsable por los actos u omisiones que realice, ya sea a título particular o como miembro de la Familia Real".

En mi opinión, en un Estado de Derecho resulta más acorde una Ley que controle al Rey que la pasada jurisprudencia del Supremo que consolida el absolutismo sobre los demás poderes del Estado.

Desde 2014, cuando la abdicación del anterior monarca convirtieron en heredero a Felipe VImucho se ha hablado sobre la fortuna del Rey. Con un salario de más de 240.000 euros anuales, sumado a los pluses que recibe por evento y por ostentar el rango más alto del Ejército, el monarca cuenta con un patrimonio declarado de 16,8 millones de euros.

Aunque el actual monarca español dijo renunciar a la herencia de su progenitor cuando se desveló la existencia de las cuentas opacas del Rey Juan Carlos I, ya comenté en "Ladrones de corte" que dicha renuncia no tiene validez legal ni afecta a las fundaciones en terceros países de la que es beneficiario. Ese patrimonio del rey emérito alcanzaría los 2.000 millones de euros, pero podría haber mucho más en Fundaciones o en paraísos fiscales.

El Gobierno y Transparencia deniegan la información sobre el patrimonio de los reyes, así que sobre la herencia que pueda o haya podido recibir de su padre y las fundaciones y fondos creados para beneficiarle, sabemos poco y sobre todo, cuál es su origen.